Nos volvemos a casa, pero con la frente en alto

Es difícil hacer un análisis de lo que fue la derrota de ayer frente a Alemania por un 4 a 0 tan doloroso. Son muchas las preguntas y pocas las respuestas. A todos nos dolió, pero hay que tener en claro algo, los jugadores dejaron todo en la cancha, más allá de que pudiera haber jugado uno u otro, dieron el máximo, no tengo dudas.

Alemania sorprendió con un gol a los 3 minutos de comenzado el encuentro, y fue un golpe muy duro para el equipo de Diego Maradona, porque no se podía pasar la mitad de cancha, y Lionel Messi tenía que bajar a buscar la pelota a campo argentino para poder tener contacto con ella e intentar hacer algo, con ese peso de tener que ser el mejor, pero con la humildad de siempre, Leo vas a tener revancha.

Un mediocampo, a mi criterio despoblado, con Javier Mascherano, muy solo en el medio que trataba  de recuperar cada pelota, y que en una le costó la tarjeta amarilla. Pero de todas formas Alemania fue más, ellos quizás tenían, tienen un equipo más sólido en esa parte de la cancha, y lo aprovecharon bien.

De la defensa, hay mucho por decir y debatir, pero hay que resumirlo en pocas palabras, Nicolás Otamendi, tuvo el rendimiento más bajo, tomando en cuenta los partidos frente a Grecia y México, y también estuvo condicionado por una amarilla. Fue por ese lado donde el equipo germano, sacó ventajas, de tal vez la inexperiencia del joven jugador de Vélez, frente a jugadores que están en la alta competencia. Y no por referirme solo a Otamendi, el resto de la defensa no estuvo clara en los momentos donde más se los precisaba, me refiero a los contraataques del equipo alemán, muy desordenados, y sorprendidos frente a la eficacia y rapidez del equipo europeo, que en el segundo tiempo con tres flashes tiraron abajo toda la ilusión de 40 millones que esperaban, quizás esta vez después de 24 años, la gloria que tanto se nos negó durante este tiempo, y esa venganza que no supimos tener frente a Alemania que nuevamente nos dejó afuera.

Me quedo con las ganas, con la potencia de estos jugadores, que a pesar de no haber jugador bien, dejaron el alma para tratar de llevar a la Argentina a lo más alto, a donde merece estar. Eternamente, gracias, y dentro de 4 años, en Brasil, tendremos otra oportunidad.-